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El huerto de Boidié

La sequía que ha sufrido esta zona de Mali en los últimos años ha provocado el abandono de las pequeñas huertas tradicionales por falta de agua. Se cultiva únicamente mijo en la época de las lluvias. Esta ha sido una de las causas de la emigración de los jóvenes del poblado a las ciudades o a otros países.

 

Ecos de Mali ha construido un huerto en Boidié, con un doble objetivo. Por un lado, se trata de mejorar la nutrición de la gente del poblado posibilitando un cambio en sus hábitos alimenticios, basados casi exclusivamente en el arroz y el mijo. La mejora en la nutrición contribuirá a reducir la mortalidad infantil: muchos fallecimientos de menores de cinco años se producen en niños debilitados por una nutrición insuficiente.

Por otro lado, el proyecto pretende aportar una solución al problema económico y de dependencia de las mujeres: está dando trabajo a varios centenares de ellas, a las que formaremos en agricultura. Los ingresos que obtendrán con la venta de una parte de la producción del huerto impulsará su autosuficiencia.

 

Desde un primer momento este proyecto fue considerado como prioritario por los habitantes del poblado.

Qué estamos haciendo

El huerto hace tiempo que ya es autosuficiente. Las mujeres desearían ampliar la superficie de cultivo, algo que no tenemos previsto a corto plazo puesto que implicaría probablemente la prospección de nuevos pozos y una importante inversión.

Cómo va este proyecto

Más de 1.000 mujeres cultivando 25.000 m2 de huerto

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Lo iniciamos en

Abril 2014

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Datos económicos

- Invertidos ya unos 50.000 euros. - Estimamos que se necesitarán unos 25.000 más para la 2ª fase (5 hectáreas)

 

 

Actualizado: julio 2022

Qué hemos hecho ya
Octubre de 2014

Definimos un plan para el proyecto. Contratamos un estudio geofísico y la perforación de dos pozos. Presupuestamos para ello 12.308 euros, la totalidad de nuestros fondos hasta la fecha. La dirección de las operaciones se confió a un belga con mucha experiencia en el tema, Jean Marie Huon.

 

Noviembre 2014

Conocimos el resultado del estudio geofísico, que fue desalentador. Realizamos entonces unos estudios complementarios que confirmaron la viabilidad del proyecto, aunque con unos objetivos menos ambiciosos de los inicialmente planteados. En diciembre aprobamos finalmente la construcción de los pozos, cruzando los dedos para dar con un caudal de al menos 4.000 litros/h.

 

Enero 2015

Se perforaron dos pozos. El primero no dio ni una gota de agua. Pero el segundo fue todo un éxito: 25.000 litros/h a 140 metros de profundidad. ¡Uno de los pozos de mayor caudal de Mali! Empezamos a trabajar rápidamente para presupuestar lo necesario para la extracción de este gran caudal de agua (bombas, generación eléctrica, depósito elevado...) y empezar los cultivos lo antes posible.

 

Marzo 2015

La gente del poblado valló las 20 hectáreas del terreno, y empezamos a contactar a posibles proveedores para la construcción de las instalaciones. Simon Latyr, uno de los principales expertos malienses en agricultura, nos ofreció colaborar en el desarrollo técnico del proyecto. Más de 300 mujeres se habían apuntado ya a la cooperativa. Un profesor de la escuela nos preparó un croquis del poblado, donde se ve la ubicación del futuro huerto (zona anotada como "perimètre a amenager").

 

Junio 2015

Tras conseguir los fondos necesarios, se construyeron las instalaciones para el riego: depósito elevado, bomba de agua, placas solares... Encargamos los trabajos a una empresa de Bamako que trabaja muy bien. Un abogado preparó los estatutos de la cooperativa de mujeres. Se tramitó con las autoridades de Bamako la cesión de los terrenos para beneficio del poblado durante un periodo de cien años (en Mali, las tierras son del Estado).

 

Julio 2015

El depósito de agua se llenó por primera vez. ¡Todo un hito! Con la dirección sobre el terreno de un ingeniero agrónomo, hermano del presidente de la Association des Ressortissants, empezamos a trabajar en la nueva etapa: organizar a las mujeres y preparar el cultivo. 477 mujeres se habían inscrito a la cooperativa, cotizando cada una 500 cfa (0,77 eur) al mes.

 

Septiembre 2015

L'Association des Ressortissants presentó ante la administración de Bamako los documentos necesarios para la creación de la cooperativa de las mujeres y la inscripción del huerto en el registro de la propiedad. La gente del poblado aró la tierra, y reforzaron el cercado plantando jatropha curcas, una planta con espinas muy fuertes. En octubre se terminó de construir una vivienda para el guarda de las instalaciones y su familia.

 

Diciembre 2015

Se instalaron 39 puntos de distribución de agua para el riego de los 10.000 m2 de huerta iniciales. Se instaló agua y electricidad (producida mediante una pequeña instalación fotovoltaica) en la vivienda del guarda.

 

Enero 2016

Asistimos a la inauguración oficial de las instalaciones (fotos), en la que participaron numerosas autoridades. Hubo discursos, televisión, baile de máscaras... Las casi 500 mujeres de la cooperativa ya habían empezado a sembrar, con gran ilusión, los cerca de 15.000 m2 de huerta iniciales. El Ministerio de Agricultura puso a disposición de las mujeres un técnico para ayudarles. El presidente de la Association des Ressortissants, ahora jubilado, también ofreció su ayuda.

 

Abril 2016

Las mujeres seguían trabajando en las parcelas que se les asignaron del huerto (fotos), y muchas de ellas empezaron a recibir ayuda de marido e hijos. Vendieron una primera cosecha de lechugas, y empezaron a plantar gombo, una verdura típica. El médico de Boidié, el Dr. Samaké, nos informó que tenía constancia de que más de 2000 niños y niñas del poblado habían empezado a consumir verduras, y  nos expresó su confianza en que la malnutrición, con todas sus enfermedades derivadas, empezaría a remitir.

 

Junio 2016

En nuestro viaje de finales de mayo, pudimos constatar de nuevo que el huerto marchaba muy bien, algo en lo que coincidían todos los expertos malienses que lo habían visitado. La plantación en ese momento era de gombo (fotos). Las 500 mujeres de la cooperativa, que ellas denominan badenya ("fraternidad" en bambara), seguían muy ilusionadas. No obstante, tenían ciertas dificultades derivadas de una falta de organización y de conocimientos agrícolas. Un experto en riego, tras estudiar la situación, les dio instrucciones para aprovechar mejor el agua (organizar turnos de agua, dosificar el riego...) y sensibilizarlas sobre este tema.

 

Octubre 2016

En nuestro viaje de octubre (fotos), las mujeres nos contaron que este proyecto les había cambiado la vida y unido muchísimo. Con la cosecha de gombo, además de alimentar a sus familias, consiguieron cada una más de 20.000 cfa (unos 30 eur) de la venta de parte de la cosecha, toda una fortuna para ellas. 300 mujeres más habían solicitado adherirse a la cooperativa. A finales de septiembre habían iniciado la plantación de cebollas y patatas, de las que esperaban cosechar unas 15 toneladas métricas. Después tenían previsto continuar con gombo y tomates. También habían plantado 2 hectáreas de mandioca, planta que consume muy poca agua. Las mujeres recibían formación en técnicas de producción de dos técnicos agrícolas, contratados por la Association des Ressortissants de Boidié. Por otro lado, la asociación nos informó de que estaba recibiendo menos solicitudes de ayuda para comprar medicamentos para los niños, un indicador de que las enfermedades infantiles causadas por la malnutrición estaban disminuyendo.

 

Febrero 2017

Hicimos pequeñas inversiones para disponer de un mayor caudal de agua para el riego: sustituir algunas placas solares que estaban deterioradas, y cambiar la orientación de las placas, que no era óptima, para que la bomba de agua pudiera funcionar durante más tiempo. Prorrogamos el contrato a los formadores agrícolas por seis meses más, ya que la formación estaba dando buenos resultados. Las mujeres de la cooperativa estaban a punto de empezar a recoger la cosecha de patata y cebolla que plantaron en octubre.

 

Abril 2017

Los responsables en Mali de ONU Femmes, un programa de la ONU para la capacitación de las mujeres, se interesaron por este proyecto. Enviaron unos técnicos a visitar el huerto y elaborar un informe. Por su parte, las mujeres de la cooperativa recogieron la cosecha de patatas (unas 10 Tm) y de cebollas (unas 6 Tm). Seguían contando con el asesoramiento de los formadores agrícolas financiados por nosotros. Plantaron de nuevo gombo.

 

Mayo 2017

ONU Femmes decidió apoyar el proyecto con formación a las mujeres. Los técnicos de la ONU impartieron un curso intensivo en técnicas de cultivo y cooperativismo a 80 mujeres de la cooperativa. Puedes leer aquí el informe de ONU Femmes sobre esta colaboración. Por otro lado, hicimos los estudios técnicos para una futura ampliación de la superficie de cultivo en 5.000 m2. La plantación en ese momento era de gombo (fotos), que les había dado muy buenos resultados el año pasado.

 

Octubre 2017

Visitamos el huerto (fotos). Durante la época de lluvias, las mujeres mantuvieron una producción de sésamo, mandioca y cacahuetes. Constatamos que el proyecto es toda una referencia: varias organizaciones lo habían visitado. ONU Femmes nos dijo que era una de las mejores actuaciones que habían visto, y nos confirmaron su voluntad de seguir colaborando. Afrique Verte seleccionó nuestro huerto para hacer una plantación experimental de cebolla de invierno: aportaron las semillas, la formación a las mujeres en la técnica de cultivo, y un técnico con dedicación permanente. La experiencia fue todo un éxito, y las mujeres obtuvieron 900 kg de cebolla.

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Diciembre 2017

Ya eran más de 800 las mujeres que cultivaban el huerto. Tras la época de lluvias, habían plantado patatas, cebollas, zanahorias, coles, ensaladas y mandioca. Un técnico agrícola financiado por ONU Femmes, Mr. Guindo, les ayudaba. Hizo un gran trabajo (fotos). Facilitó herramientas a las mujeres para las tareas de arado, y les estuvo acostumbrando al uso de mangueras en vez de cubos. Cada vez se hacía más necesario ampliar la superficie de cultivo.

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Febrero 2018

A las 743 mujeres de la cooperativa se habían sumado ya más de 300 que intentaban cultivar una parcela por su cuenta. La superficie de cultivo ya era de más de 25.000 m2 (fotos). Las mujeres ya estaban aprovechando bastante bien el agua disponible (usando regaderas y optimizando el riego), aunque era insuficiente para tanta superficie.  Estuvimos estudiando cómo aumentar el caudal del agua extraída del pozo, algo que en principio debía ser posible porque había agua de sobra en el subsuelo, pero que no era fácil debido a motivos técnicos.

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Mayo 2018

En nuestra visita de abril (fotos) las mujeres como siempre nos recibieron con gran ilusión. Después de una gran cosecha de patata y cebolla, la cosecha de gombo había quedado muy reducida como consecuencia de una plaga de un insecto similar a las termitas. Por suerte, era una plaga que afectaba únicamente al gombo. Las mujeres seguían pidiendo más agua para aumentar la superficie cultivada. Estudiamos la posibilidad de bombear más agua en las horas de no insolación, colocando baterías.

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Febrero 2019

En nuestro viaje de enero (fotos), comprobamos que las mujeres estaban cultivando con la ayuda de maridos e hijos. Querían recuperar el tiempo perdido tras una reciente avería en la bomba de agua, que les impidió regar durante un tiempo. Financiamos la reparación de la bomba. En ese momento cultivaban principalmente patata y cebolla temprana, cultivos que les resultan bastante rendibles económicamente. Para poder ampliar la superficie de cultivo, estuvimos estudiando conectar la bomba de agua a un generador eléctrico (así la bomba podría funcionar durante unas horas más al día, cuando no hay suficiente luz solar). Descartamos varias alternativas (todas ellas demasiado costosas): el uso de baterías, perforar un pozo adicional, o sustituir la bomba por otra más potente. ONU Femmes seguía colaborando en el proyecto, y entregó a la cooperativa de mujeres un equipo informático (alimentado con baterías) como complemento de su programa de formación.

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Mayo 2019

Los formadores de AMEDD nos enviaron su informe anual sobre las actividades desarrolladas en el huerto con las mujeres. Puedes leer aquí el informe. La cosecha de marzo y abril produjo 5,3 toneladas de patata, 11,4 toneladas de chalota y 9,7 toneladas de cebolla.

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Noviembre 2019

Seguíamos apoyando a las mujeres de la cooperativa. Se estaban ganando muy bien la vida gracias a la venta de la cosecha del huerto. Se habían especializado en el cultivo de patata, cebolla y chalota. Además, estaban aprovechando muy bien el ordenador que les proporcionó ONU Femmes en enero de 2019: lo usaban para anunciar la venta en internet. Por otro lado, ONU Femmes y la ONG maliense AMEDD seguían colaborando con nuestro proyecto. Sus técnicos prestaban ayuda a las mujeres, y les construyeron una caseta ecológica para la conservación de los productos del huerto (fotos).

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Abril 2020

Las mujeres siguieron cultivando el huerto durante la pandemia. En esa época cultivaban sobre todo patatas, cebollas y chalotas (fotos). Financiamos la construcción de una vivienda para un segundo guarda de las instalaciones, y estuvimos acondicionando un pequeño almacén para que las mujeres pudieran usarlo como oficina donde colocar el equipo informático.

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Ecos de Mali
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